Se recuerda hoy el 199 Aniversario de la muerte del General Martín Miguel de Güemes.

El jefe de “Los Infernales”, la milicia gaucha que defendió incesantemente las tierras que hoy conforman el norte de nuestro país, el General Martín Miguel de Güemes, falleció el 17 de junio de 1821 en Cañada de la Horqueta, Salta. 

Nació en la Ciudad de Salta el 8 de febrero de 1785, a los 14 años comenzó su formación militar en la 6ª Compañía del Tercer Batallón del Regimiento Fijo con asiento en Salta.

Desde sus primeras incursiones marcó un estilo distinto.  En la defensa de Buenos Aires durante las invasiones inglesas de 1806 / 1807 Güemes, participó de la toma de una fragata inglesa.  Su particular estrategia, reconocida entre otros por el General San Martín quien le confió la guarda del norte, fue vital en la lucha por la libertad.

De su vida, colmada de matices, hechos verificables y fábulas, amigos y enemigos, rescatamos un pasaje tan particular como definitorio de su concepción del honor. La respuesta al militar realista Pedro Olañeta, jefe de la Vanguardia del Ejército de Lima que por medio de una misiva le ofreció recompensar con dinero suficiente “para labrar su felicidad futura” si le granjeaba el ingreso a Salta y Jujuy. Tan sólo 3 días después, Güemes le escribió: “Al leer su carta del 19 del corriente, formé la idea de no contestarla para que mi silencio acreditara mi justa indignación. Pero como me animan sentimientos honrados diré a usted que desde ahora y para siempre renuncio y detesto ese decantado bien que desea proporcionarme. No quiero favores con perjuicio para mi país: éste ha de ser libre a pesar del mundo entero. Que vengan esos regimientos y vengan también cuantos monstruos abortó la España con su Rey Fernando a la cabeza. A nada temo porque he jurado defender la Independencia de América y sellarla con mi sangre. Todos estamos dispuestos a morir primero que sufrir por segunda vez una dominación odiosa, tiránica y execrable. ¿Qué más quiere que le diga? Adopte usted la guerra que más le acomode para nuestra destrucción, pero tema, y mucho, la mía. Yo no tengo más que gauchos honrados y valientes. No son asesinos sino de los tiranos que quieren esclavizarlos. Con estos únicamente espero a usted, a su ejército, y a cuantos mande de España».

Con este ejemplo de honradez y entrega a la Patria, recordamos al «General Gaucho» a 199 años de su muerte.