En el Día Nacional de la Energía Atómica, instituido en coincidencia con la creación de la Comisión Nacional de Energía Atómica, saludamos a las Compañeras y a los Compañeros Trabajadores de la nucleoelectricidad con especial orgullo.

El 31 de mayo de 1950, a partir del Decreto N° 10936 firmado por el Presidente Juan Domingo Perón, se inició el camino de investigación científica, desarrollo tecnológico y formación especializada en una actividad vital para avances en campos de la medicina, la industria y trascendente para el Sistema Eléctrico Nacional.
En los considerandos del Decreto se expresa claramente la visión estratégica acerca de la actividad nuclear y su vasto campo de aplicación: «La energía atómica puede reemplazar a las formas corrientes de energía y que este hecho podría alterar el equilibrio económico y social del país en razón de las profundas modificaciones que determinaría…en la industria, los transportes, la minería…por lo cual es conveniente que el estado tome (además) todas las medidas de previsión correspondientes».  Y fiel al ser y sentir trascendente de humanidad y mirada global afirma: » La República Argentina, despreocupada de toda intención ofensiva, puede trabajar en este orden de cosas también con elevado sentido de paz en beneficio de la humanidad«.

Durante 67 años, Argentina demostró  liderazgo regional y consolidó su posición de avanzada en el ámbito nuclear.

En lo atinente a la producción de energía eléctrica, el país alcanzó su madurez con la construcción y puesta en marcha de las centrales Atucha I-inaugurada por el Presidente Perón en 1974-, Atucha II y  Embalse.  Las  previsiones gubernamentales pactadas con la República Popular China durante la gestión anterior y ratificadas por la actual, en un sano gesto de continuidad institucional,  sumarán dos nuevas centrales nucleares a la matriz energética nacional.

Hay motivos para celebrar y saludar a nuestros Trabajadores, a los de larga trayectoria y a los jóvenes, a los investigadores y a los profesionales que con su trabajo en común jerarquizan la actividad y nos enorgullecen.