El año 1943 desandaba sus primeras horas. Un grupo de trabajadores de la energía, desde el centro del país; desde Río Cuarto, daba el primer paso de un camino de luchas y conquistas a favor de los trabajadores: fundaban el Sindicato Luz y Fuerza de Río Cuarto.
Llegaron a ese punto cúlmine no sin escollos pero con la certeza de que era la travesía que, munidos de sueños y convicciones, debían emprender llevando como estandarte la dignidad de los trabajadores y sus familias.
Así lo dice textual el último párrafo de la Declaración de Principios del Estatuto del Sindicato hermano de Río Cuarto: “La Organización declara, exhorta y se compromete a transitar todos los senderos que pasan por el hombre que trabaja, para dignificarlo y proyectarlo, como identidad humana, a una sociedad donde se reconozca que la suma de las dignidades, y la conjunción de hombres felices, son presupuesto indispensable en la construcción de la Nación y en la reafirmación de los intereses supremos de la Patria”.
Hoy a 78 años de aquella gesta, el Secretariado Nacional de la FATLyF y los Sindicatos hermanos de todo el país saludamos a las Compañeras y a los Compañeros de Río Cuarto.