Celebramos hoy el Día del Maestro , en consonancia con un nuevo aniversario del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento considerado el “Padre del Aula”.
Su más trascendente entrega a nuestro país remite al ámbito de la educación, por la cual trabajó denodadamente.
Sarmiento nació San Juan, el 15 de febrero de 1811. Político, escritor, docente, periodista y militar , fue gobernador de su provincia natal entre 1862 y 1864, Presidente de la Nación entre 1868 y 1874, Senador Nacional por San Juan entre 1874 y 1879 y Ministro del Interior en 1879.
En su período como Jefe de Estado nacional desarrolló innumerables obras en pos de la educación entre las que se cuentan la creación de gran cantidad de escuelas primarias y de otros establecimientos dedicados a la formación y a la ciencia; la Academia de Ciencias, la Universidad Nacional de San Juan, la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, la Biblioteca Nacional de Maestros y el Observatorio Astronómico de Córdoba. Pero lo más destacado es que durante su mandato se triplicó la población escolar en el país.
Más allá de la historia, para cada uno de nosotros el “maestro” remite a aquella persona que ha dejado huella en nuestro ser con su amor y dedicación, con su entrega por cultivar en cada alumno las primeras letras, los cálculos básicos, las historias primigenias; pero especialmente los valores y la contención.
Hoy como siempre en nuestro extenso país, miles de maestros desafían todas las situaciones y contingencias para llegar al aula, para abrazar con un manto ternura y de saber a miles de niños, para iluminar el hoy de sus alumnos y legar un mañana renovado. A los maestros nuestro reconocimiento y el compromiso de contagiar respeto por tan magna tarea. “Educar, sostiene Pitágoras, no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida”.