Recordamos hoy aquel 24 de febrero de 1947, en el que el Presidente Juan Domingo Perón consagró los Derechos del Trabajador en un acto organizado por la CGT en el Teatro Colón.  Al proclamarlos, erigió a los trabajadores como custodios de esos 10 derechos que, pocos díasdespués, el 7 de marzo, fueron formalizados por medio del Decreto  4865 del Poder Ejecutivo Nacional.  

Más tarde, el 11 de marzo de 1949, fueron incorporados en el Artículo 37 de la Constitución de la Nación Argentina, sancionada por la Convención Constituyente.

Como tantas veces en la historia nacional, llegó el atropello a las instituciones y, en abril de 1956, la auto-denominada Revolución Libertadora anuló todas las reformas sociales legisladas e incluidas en la Constitución de 1949.  

Finalmente en 1957, el Artículo 14 bis de nuestra Constitución Nacional incorporó los Derechos del Trabajador.

 

A pesar de ser derechos inalienables e imprescriptibles que abrevan en la naturaleza de la condición humana, respetan y elevan su dignidad, cada día es preciso defenderlos de los incesantes intentos por conculcarlos.  Su sentido raigal nos convoca a luchar por ellos, a sostenerlos con la fuerza de la unidad, a defenderlos en todos los ámbitos y ante todos los estamentos. 

Ese es el compromiso cotidiano que asumimos los lucifuercistas de todo el país en una acción mancomunada, solidaria y orgánica, todos juntos, el Secretariado Nacional de la FATLyF y los 41 Sindicatos hermanos.