La escarapela, uno de los símbolos nacionales fue instituida por un decreto del Primer Triunvirato fechado el 18 de mayo de 1812. Pero la celebración del Día de la Escarapela fue instituida por el Consejo Nacional de Educación el mismo 18 de mayo, pero de 1935.
Su origen remite a las márgenes del Río Paraná y al espíritu independentista del General Manuel Belgrano quien, respondiendo a las órdenes emanadas del Primer Triunvirato el 24 de enero de 1812, partió hacia Rosario con un cuerpo de ejército. Desde esa posición Belgrano logró controlar los avances de las tropas españolas al mando del gobernador español de Montevideo, Pascual Vigodet.
Manuel Belgrano llamó “Libertad” a su batería militar que instaló en las barrancas del Paraná. Desde allí solicitó y obtuvo permiso para que sus soldados llevaran una escarapela que los distinguiera del enemigo. El diseño propuesto por el General fue el aceptado por las autoridades centrales que, a través de un decreto, aprobaron el uso por parte de los soldados del ejército de la “escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata de dos colores, blanco y azul celeste, quedando abolida la roja con que antiguamente se distinguían”.
Desde aquel momento en el que aún la independencia era un sueño, la escarapela alienta, como símbolo, el ideal de libertad que cada uno de los argentinos debemos alimentar y fortalecer.