Después de casi 18 años de exilio, el 17 de noviembre de 1972 regresó al país el General Juan Domingo Perón. El sueño de Perón y de los militantes peronistas se concretó a las 11.20 horas de ese día cuando el DC-8 de Alitalia pisó suelo argentino.
Algunos días antes, el 7 de noviembre, el líder rubricó una solicitada que decía: “a pesar de mis años, un mandato interior de mi conciencia me impulsa a tomar la decisión de volver, con la mejor buena voluntad, sin rencores que en mi no han sido habituales y con la firme decisión de servir, si ello es posible”.
Militar con entrega por la justicia social, a partir de la cual puede erigirse la paz y construirse un país justo, es el mandato y el camino que abrazamos siguiendo las enseñanzas de Perón. Trabajamos por la defensa irrestricta del trabajo, fuente de dignidad y base de convivencia armónica. La Doctrina Justicialista y a la Doctrina Social de la Iglesia son nuestras guías, la equidad nuestro ideal. Militamos concretamente, trabajando codo a codo Compañeras y Compañeros en todo el país y celebramos hoy ese Día de la Militancia en honor de quienes han entregado su vida por la causa sindical, de aquellos cuya vida fue y es símbolo de los más nobles valores sindicales y sociales.