Celebramos el Día del Niño con la certeza de que “Los únicos privilegiados son los niños”.  Esta afirmación no fue retórica, fue realidad en la Argentina de Perón y Evita, y la frase que se antepuso a cada una de las obras con las que el gobierno de nuestros líderes dignificó la vida de cada uno de los niños de esta tierra.  La convicción de que el futuro promisorio germinaría a partir de niños felices, desarrollados al amparo de la justicia social fue la que marcó la prioridad de una política consagrada al bienestar de los pequeños.  Quienes abrazamos y hacemos realidad la Doctrina Justicialista y el Sindicalismo Múltiple que tiene como centro la plenitud de la familia trabajadora extendida a toda su realidad de vida, sabemos que la calidad de vida de los niños es vital y afirmamos junto a Perón y Evita  que “olvidar a los niños, es renunciar al porvenir”.  Hoy celebramos el Día del Niño comprometiendo todo nuestro hacer por ellos cualquiera sea su condición o el lugar de nuestro país en el que vivan.