Hoy 25 de mayo, celebramos la libertad.
Traemos a nuestra memoria los relatos de aquel 25 de mayo de 1810 en las que aún, el actual territorio de nuestra Patria, eran tierras del Virreinato del Río de la Plata dependiente de la Corona española.
De esos textos, si hubo cintas celestes y blancas repartidas por French y Beruti, podría ser anecdótico; si el tiempo arreció con su llovizna sobre la Ciudad de Buenos Aires y la plaza de la Victoria (hoy Plaza de Mayo) se colmó de paraguas, también.
Lo que si debe movilizarnos a la reflexión en este día de celebración, es que el pueblo impuso su voluntad al Cabildo que decidió romper los vínculos con la corona y dio origen al Primer Gobierno Patrio: la Primera Junta.
La voluntad de un pueblo, la decisión de un pueblo para cambiar el rumbo y trabajar por el bien común es lo que proponemos rescatar en esta jornada.
Gestar libertad real para quienes están sometidos a la pobreza y la marginalidad, propiciar inclusión y posibilidades para todos los argentinos es honrar la historia y sus protagonistas: los que inscribieron su nombre en bronce y aquellos que desde el anonimato abrieron el camino hacia la libertad: el pueblo.