Cada 11 de febrero, desde el trágico 11 de febrero de 1977, recordamos el secuestro y la desaparición del Compañero Oscar Smith.
Esa mañana, el “Gato”, como lo llamaban sus Compañeros y amigos, realizaba el habitual recorrido entre su casa familiar y la Sede de la FATLyF. Nunca llegó, en el trayecto fue secuestrado y desaparecido. Por entonces, el Compañero Smith lideraba la negociación con el Ministro de Trabajo del Gobierno de facto. Sostenía objetivos inclaudicables: la reincorporación de todos los Compañeros despedidos y la plena vigencia del Convenio Colectivo de Trabajo. Y aunque le advirtieron que «bajara un poco el perfil», se mantuvo inflexible. Lo sostenían sus convicciones y sus valores, la búsqueda permanente del bienestar y la dignidad de los trabajadores y la grandeza de Luz y Fuerza.
Recordarlo es gestionar y trabajar en toda la geografía nacional, juntos, con sentido federal y solidaridad dirigentes, militantes, Compañeras y Compañeros activos y jubilados con la certeza de que la unidad lucifuercista es una realidad.
“Nosotros queremos desarrollar otra sociedad para el hombre del futuro, donde cada uno se sienta útil y realizado más allá de esta voracidad económica que nos arrastra hoy más que nunca, para ser sobre todas as cosas activos participantes del proceso nacional”.