Este domingo se celebra en nuestro país el Día de la Niñez o Día de la Infancia. La jornada se proclamó por primera vez en Ginebra (Suiza) en el año 1925 durante la Conferencia Mundial sobre Bienestar Infantil. En tanto que la Asamblea General de las Naciones Unidas –ONU- de 1954 propuso como recomendación “que, a partir de 1956, se instituya en todos los países un Día Universal del Niño que se consagrará a la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo entero y se destinará a actividades propias para promover los ideales y objetivos de la Carta, así como el bienestar de los niños del mundo, y también a intensificar y extender los esfuerzos de las Naciones Unidas a favor y en nombre de todos los niños del mundo; […].”
Promover el bienestar de las niñas y de los niños urge en todo el planeta.
En nuestro país, la realidad convoca a dar urgente respuesta con acciones concretas. La postergación y el olvido de la infancia duele, es inadmisible y no debemos permitirla.
Tal vez sea preciso reflexionar acerca de ¿celebrar?, ¿qué?, ¿qué hacemos a título individual y colectivo por la niñez?. No hay tiempo.
En este día las y los argentinos debemos comprometernos, cualquiera sea el lugar que ocupemos en la sociedad, con la generación de trabajo para que las niñas y los niños crezcan en un hogar con alimento; con condiciones básicas de salud; con acceso a la educación. No se puede esperar.
Unamos decisión y acción para poder pronunciar en el futuro más cercano y con orgullo un “feliz día de la niñez”.
Hoy auguramos un feliz día y que las sonrisas se repliquen en las niñas y los niños de todo el país.