“Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030”, es el tema instituído este año por la Organización de las Naciones Unidas -ONU- para el Día Internacional de la Mujer.
La propuesta nos moviliza como Trabajadores, hoy y a futuro conscientes de la realidad global del Trabajo. Pero también nos lleva hacia el origen mismo de la conmemoración, concebida como “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, pues las primigenias expresiones de lucha por la igualdad y el respeto a los derechos sociales y civiles básicos surgieron de mujeres trabajadoras confinadas a condiciones inhumanas.
El devenir histórico dejó en el camino la palabra ‘Trabajadora’, para transformarse en el “Día Internacional de la Mujer” pues las mujeres extendieron el reclamo por la plena participación, en condiciones de igualdad en la vida política, civil, económica, social y cultural.
Fue mucha la historia que transcurrió para que cada 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer se conmemore en varios países del mundo y haga visibles condiciones de desigualdad en todo el planeta.
En 1945 “La Carta de las Naciones Unidas” fue el primer acuerdo internacional que afirmó el principio de igualdad entre mujeres y hombres. Recién el 8 de marzo de 1975 la Organización de las Naciones Unidas –ONU- declaró formalmente la fecha que reivindica a las mujeres en la lucha por la igualdad de derechos y oportunidades.
Muchas mujeres han cambiado la historia de la humanidad con sus decisiones y con su acción. Nuestra tierra tiene grandes referentes en el ámbito de la lucha por la igualdad y la equidad. Eva Perón es nuestro mayor estandarte, nuestra guía e inspiración. Su lucha impulsó la sanción de la Ley de Sufragio Femenino en 1947, pero su entrega por la justicia social, por el amparo a las mujeres, a los niños, a los ancianos y a los Trabajadores la transformó en la Madre Espiritual de la Nación.
Luz y Fuerza vive con orgullo la activa participación de Compañeras en todo el país que con su militancia cotidiana permiten gestar la grandeza sindical. Convencidos de que el crecimiento pleno de nuestras familias y de la Organización surge de la capacidad de crear y crecer juntos, mujeres y hombres, apostamos al complemento de ideas, concepciones y formas de hacer. De este modo Compañeras y Compañeros en todo el territorio nacional dan vida al sueño de unidad, al “Luz y Fuerza somos todos”.
Comprometidos con la realidad local y global es que velamos por el sostenimiento de los derechos de la mujer, la erradicación de la violencia de género y de todo sesgo que atente contra la condición humana, centro y eje de nuestras doctrinas de origen.
Entendemos que el empoderamiento de la mujer en todos los ámbitos es central para hacer frente a los desafíos sociales, económicos y políticos de nuestro país y del mundo por una construcción desde la igualdad y la equidad.