Recordamos hoy el séptimo aniversario de la elección del Obispo argentino Jorge Mario Bergoglio como Obispo de Roma.  El Papa Francisco es el 266º Sumo Pontífice de la Iglesia católica.

La fecha coincide con un momento especial para la humanidad, hoy afectada por la pandemia del coronavirus. 

En este marco, sus celebraciones virtuales, tal vez una de las más significativas implementaciones de su pontificado, adquieren una relevancia especial para acompañar diariamente a los que sufren, a los enfermos, a quienes encuentran alivio y luz en su mensaje.

Hace algunos días atrás, durante la celebración eucarística del Miércoles de Ceniza, cuando la emergencia del coronavirus aún no se conocía como tan acuciante, el Papa Francisco cerró su homilía con este mensaje que llama a la esperanza y al amor: «Somos la esperanza de Dios, su tesoro, su gloria. Permitámonos reconciliarnos para vivir como hijos amados, como pecadores perdonados, como enfermos curados, como viajeros acompañados. Dejémonos amar para amar. Permitámonos levantarnos, caminar hacia la meta, la Pascua. Tendremos la alegría de descubrir que Dios nos resucita de nuestras cenizas”.