El jueves 14 de abril la infausta noticia del fallecimiento de ese destacado dirigente y militante sindical que fue el compañero Julio César Ieraci, enlutó a la Gran Familia Lucifuercista de la Argentina. No sólo porque presidió nuestra Federación a lo largo de casi dos décadas (entre 1995 y 2014), sino porque desde muy joven fue un ferviente soldado del Movimiento Justicialista y un enérgico defensor del Modelo Sindical Argentino que nos legara el General Perón.

Al igual que el primer Secretario General de la FATLyF, José Celestino Quevedo, Ieraci fue otro de los grandes dirigentes que se forjaron en la combativa Usina Puerto Nuevo, que siempre estuvo a la vanguardia en las históricas luchas de la militancia lucifuercista. Y no cabe duda que su enérgico perfil de luchador sindical tuvo su prueba de fuego al acompañar al inolvidable “Gato” Smith en las heroicas huelgas y movilizaciones que se propusieron defender a nuestro Convenio Colectivo de Trabajo ante la sanguinaria prepotencia de la última dictadura militar.

Después del secuestro y desaparición de Oscar Smith, con el “Negro” Oscar Lescano quienes lideraron junto a la Comisión Nacional de Sindicatos Cabeceras que encabezaba el compañero Aldo César Serrano, hasta recuperar el manejo de la FATLyF el 5 de enero de 1983. Dos años más tarde, el XXVI Congreso Ordinario Normalizador designa un nuevo Secretariado Nacional presidido por los compañeros Carlos Alderete y Julio César Ieraci, que renovarán sus mandatos hasta el 21 de julio de 1995. Esa conducción lidera un proceso de reconstrucción gremial e institucional fundamentado en la recuperación de la plena vigencia del Convenio Colectivo de Trabajo, a partir de una gigantesca movilización que cubrió la Plaza de los Dos Congresos el 30 de mayo de 1986.

En junio de 1995, en el marco del XXXVII Congreso Ordinario de FATLyF, Julio César Ieraci asume la conducción del Secretariado Nacional y expresa: “Debemos ser fieles a la responsabilidad, la fe, la imaginación y la solidaridad que siempre caracterizaron a Luz y Fuerza. Porque nuestra historia y nuestro presente nos obligan a forjar un futuro mejor”. Su ejemplo y su legado estará presente en la mente y el corazón de todos los trabajadores lucifuercistas de la Argentina.-

“Luz y Fuerza somos todos”

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