El 1 de marzo, una importante delegación de FATLyF realizó una visita solidaria al Sindicato de Azul. Estuvo encabezada por el titular de la Conducción Nacional, Compañero Guillermo Moser, acompañado por los Compañeros Alfredo Romero (Secretario Gremial), Mario Rojas (Secretario de Organización e Interior), Eduardo Amaya (Subsecretario de Política Energética) y Juan Carlos Menéndez (Subsecretario Gremial). También se hicieron presentes representantes de los Gremios hermanos de Olavarría, Las Flores, Tres Arroyos, Coronel Suárez, Bahía Blanca, y General Pueyrredón. Nuestros Compañeros ofrecieron una conferencia de prensa en la Sede del Sindicato de Luz y Fuerza, que contó con la presencia de su titular, Compañero Gustavo Rípoli. El Compañero Guillermo Moser brindó importantes definiciones, que sintetizamos a continuación.

 “Comenzamos la semana pasada a dialogar en la Provincia de Buenos Aires con las cuatro empresas distribuidoras y con las federaciones de cooperativas. Mantendremos distintas reuniones para tratar de cerrar acuerdos antes del 20 de marzo, fecha límite para que se puedan liquidar los aumentos y los trabajadores los perciban a fines de este mes”.

 “Estamos solicitando un 40 por ciento, porque eso es lo que han aumentado los precios de la canasta familiar. La inflación de los tres últimos meses es muy elevada y todavía falta sumar el aumento de los servicios y del costo de la nafta que pronto sufrirá un nuevo incremento. Por eso creemos que nuestro pedido es totalmente razonable y acorde con la realidad que debe afrontar nuestra familia trabajadora”.

Y agregó:

“Las empresas y los Trabajadores del Sector Eléctrico sufrimos mucho la política de privatizaciones de la década del ’90.  Actualmente  tenemos cerca del 60% de los empleados de esa época para atender un servicio que ha crecido considerablemente. En los últimos años se aplicó la política de Convergencia Eléctrica, que afectó fuertemente al sector cooperativo.  En la Provincia hay casi 230 cooperativas y muchas obras prometidas no se realizaron y se les quedó debiendo alrededor de 350.000.000 de pesos”.  “Azul no escapa a la situación general. El Compañero Gustavo Rípoli conoce bien la situación porque ha recorrido el país y es un hombre de cooperativas. En 1996-1997 las cooperativas nos decían que no estaban haciendo el ajuste que hacía el privado; pero también era cierto que Trabajador que se jubilaba no era reemplazado y eso también es un ajuste. Si uno analiza la cantidad  de medidores y de empleados que tenía Azul en 1997 y los que tienen hoy se llega fácilmente a la conclusión de que hace falta personal. Y eso es válido a nivel general”.

“No podemos repetir lo que sucedió en la década del  ’90, cuando muchos Compañeros vieron destruir sus familias al  quedarse sin trabajo. Hasta las Escuelas Industriales desaparecieron y nos costó mucho recuperarlas. Recién hace siete años que volvieron a abrir sus puertas. Y si hoy presenta su curriculum un trabajador de 40 años, le dicen que es viejo”.

Sobre el final convocó:

“Por todo eso, tenemos que estar atentos para que no se repitan aquellas situaciones. El Movimiento Obrero en su conjunto no puede permitirlo y tiene que llevar adelante las gestiones y las acciones que sean necesarias para preservar las conquistas sociales y salariales que garantizar el bienestar de nuestras familias”.